Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

ENTRE POLVO YESO Y DUDAS

A ver.

Esto no es solo una mudanza.
Esto es una ruptura.
Un cambio heavy.

Un «gracias por todo» entre lágrimas y cajas mal cerradas.

Porque sí, estamos en plena mudanza.

Y aunque por fuera parezca todo emoción, ilusión y obrador
nuevo que huele a acero inoxidable recién estrenado… por dentro
es un puñetero terremoto emocional.

Estoy saliendo de un local que me lo ha dado todo.
Un sitio tan pequeño que, si girabas rápido, ya estabas en la
puerta.

Donde se hornearon las primeras tartas.
Donde lloré, reí, sudé, grité y soñé (mucho).

Un local donde casi no cabía ni el ego… pero donde cabían todas
mis ganas.

Y ahora, mientras empiezo a mover cosas al nuevo espacio, me
pillo mirando de reojo las paredes del viejo como quien se
despide de un amigo que no vas a volver a ver en mucho tiempo.

Un amigo que aguantó carros, carretas y muchas cagadas.

Me vienen a la memoria muchos recuerdos.
La primera clienta que entró.
La primera boda.

Las caras al probarnos por primera vez.
Cada palabra y gesto de agradecimiento.
Esto, de verdad, no se paga con dinero.

Después, también está el miedo.
Sí, miedo. Porque cambiar a veces acojona.

Y más cuando vienes de un sitio donde todo tenía ya su gente, su
lugar, su olor, su historia.

Pero luego lo piensas y dices:
¿Y si esto no es un final, sino un reinicio con fuegos artificiales?

Porque si algo aprendí es que cambiar duele, pero también
emociona.

Y si no duele, probablemente no estés creciendo.

Solo estás cómodo.

En el nuevo local ya se sienten los nervios.
Las ideas me fluyen como si el aire oliese a promesa.
Hay espacio, hay luz, hay gente preguntando cuándo abrimos.

Y sobre todo: hay hambre.
De hacerlo mejor.
De hacerlo distinto.
De hacerlo a lo bestia.

Moraleja, por si vienes buscando una:

Cambiar asusta.

Pero quedarse donde no hay espacio para lo que te estás
convirtiendo… eso asusta mucho más.

Así que aquí estamos.

Entre polvo, cajas, herramientas y sueños con forma de
cheesecake (y alguna cosa más…)
Rompiendo moldes.
Literal y metafóricamente.

Pero bueno, no me hagas mucho caso.

Simplemente nos estamos mudando con unas cuantas tartas y un
montón de ganas.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Para más información mira la Política de cookies