A ver, hablemos claro. Cada año pasa lo mismo: dices que no lo vas a ver, que ya es demasiado circo, que "este año no me engancho". Y de repente, una noche tonta, te encuentras a ti mismo gritando "¡Salta la gamba, salta la gamba!" como si tuvieras acciones en la relación de esos dos.…
