Una frase. Sencilla. Casi inofensiva. Pero que se me quedó clavada entre ceja y ceja. “Esto estaría de muerte con un café.” Y claro, tenía razón. Porque tú puedes tener la mejor tarta de queso del planeta, la textura perfecta, la base crujiente, el punto exacto de horneado… Pero si se la está…
