Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

UN MAPA CIEGO, UNA TARTA Y UN PLAN SIN GARANTÍAS

A ver.

Si alguien te dice que emprender es una aventura maravillosa
llena de satisfacciones… desconfía.

Es como cuando alguien te dice “yo solo me tomo una copa”.
Mentira podrida.

Nadie que esté en esto te dice la verdad del todo. Porque si la
dijera, nadie se lanzaría.

Yo sí te lo digo: emprender es como agarrar un mapa dibujado
por un niño de 4 años y decidir cruzar el desierto con él.

Pero ahí fui yo. Con mi mapa torcido, un local alquilado, dos
robots de cocina y la misma experiencia en repostería profesional
que un cactus.

El día que firmé el contrato del local ni siquiera sabía cuántas
tartas podía hornear a la vez.

Lo que sí sabía es que no quería volver a un trabajo donde te
miran raro por soñar despierto.

Ni que me valorasen por enviar mails rápido o contestar con
“cordial saludo”.

Yo quería hacer magia en un molde.

Quería ver a alguien cerrar los ojos al probar algo que hice yo.
Quería que un día alguien dijese: “No sé qué lleva esto, pero me
acabo de enamorar”.

Y te juro que, aunque tenía miedo, firmé.
Lloré, sí.

Pero lloré con la sensación de estar metido hasta el fondo en algo
que, aunque no sabía si saldría bien, al menos era mío.

Ahí no había plan B. Solo había horno.

Y lo más loco es que… funcionó.

Desde el primer día, la gente venía, probaba y volvía.
Y no por lástima ni por compromiso: porque había algo real ahí.
Una tarta, sí. Pero también una historia, una idea, una pequeña
revolución horneada.

Porque a veces no se trata de saber si lo vas a conseguir, sino de
no poder vivir sin intentarlo.
Y cuando eso pasa…
No necesitas certezas.

Necesitas una espátula, una nevera con personalidad, y una idea
absurda que nadie más entiende.

Ahora, cada vez que entro al obrador, me acuerdo de aquel mapa
dibujado a mano.

Y pienso: menos mal que nadie me avisó de lo difícil que sería.
Porque si lo hubieran hecho, me lo habría perdido todo.

Así que si tienes una idea que no te deja dormir…

Hazle caso.
Aunque no tenga sentido.
Aunque todos digan que estás loco.
Aunque parezca que no es el momento.

A veces, el único mapa que necesitas es el que dibujas mientras
caminas.

Peeero no me hagas mucho caso.
Yo simplemente hago tartas de queso.
Nos leemos en el próximo!

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Para más información mira la Política de cookies